• Es tiempo de rosados

    Reproducimos el artículo de Gastroactitud escrito por el crítico Federico Oldenburg donde realiza una selección de los 10 rosados para este verano y donde no podría faltar nuestro Valdelacierva Rosé 2020.

    No son los únicos que nos gustan, pero esta variopinta selección de 10 rosados ilustra muy bien la diversidad que presenta hoy en España esta tipología, abarcando desde cuvées de lujo, vinos parcelarios, naturales, fermentados en barrica concebidos para la guarda y otros más sencillos, de trago fresco y amable.

    Siempre puntuales a una ecuación temporal más marketiniana que rigurosamente enológica, en las semanas previas al apretón del calor la mayor parte de las bodegas que producen vinos rosados presentan al unísono sus novedades y nuevas añadas.

    Como si se abriera la veda y el verano fuera el único momento del año en que se autorizara el consumo de esta tipología.

    Sin duda, los consumidores y también la hostelería tendrán buena parte de culpa en esta injusta condena, pero bien es cierto que con la calidad y la diversidad que están alcanzando los rosados de España resulta obligado revisar la temporalidad de su consumo: su momento ya no es solo el verano, así también como su lugar ya no es el chiringuito playero.

    Son vinos para todo el año y grandes mesas y restaurantes, dependiendo de los diferentes estilos, elaboraciones, variedades … Como los que presenta esta selección –caprichosa y arbitraria– que apuntamos para esta temporada: novedades y vinos que hemos vuelto a catar y recuperamos como recomendaciones que valen bien la pena.

    Valdelacierva Rosé de Lágrima 2020

    Valdelacierva
    D.O.Ca. Rioja
    PVP: 6,90 €
    75 cl
    Emma Villajos, enóloga de Valdelacierva, confirma el buen hacer de esta bodega riojana con este rosado de garnacha cuya irresistible frescura, adornada con brillantes notas florales, viene dada en buena parte por la sabia decisión de adelantar la fecha de vendimia en la zona de Tudelilla, con el objetivo de controlar el grado y preservar los matices fragantes de la fruta. Los cuatro meses de crianza sobre lías le aportan, además, una deliciosa textura.

     

  • Diario de un viticultor – parte 3

    La lluvia que no llega

    Climatológicamente hablando, continuamos sometidos a una importante escasez de precipitaciones, lo que hace que nuestro reservorio de agua en el suelo vaya disminuyendo día tras día. A
    esto tenemos que añadirle el hecho de unas temperaturas medias más bajas de lo normal durante el mes de mayo. Todo ello está contribuyendo a que la planta tenga un desarrollo vegetativo escaso
    con respecto a otros años, lo cual marca un retraso total en el ciclo fenológico del viñedo de algo más de diez días.

    La importancia de las raíces

    Nuestra Montepedriza, como buena garnacha vieja cuyo sistema radicular profundiza a más de metro y medio, sigue resistiendo este año tan escaso de agua sin ningún problema.
    No obstante, como cuidadores de la viña, nuestra labor en estos momentos complicados es la de ayudarla a soportar lo mejor posible la sequía y, para ello, eliminar todo tipo de competencia por los recursos hídricos que le pudiera causar la vegetación adventicia.

    Desbrozar… ¡y festejar!

    Así que este mes toca labrar suelo y volver a coger desbrozadoras para mantener todos los recursos hídricos disponibles para nuestra garnacha. Y nos preparamos para la siguiente labor… que ya tenemos programada para el 1 de Junio: la espergura (es decir, la poda en verde), de la que el mes que viene os contaremos más. ¡Ah!, por si no lo sabíais: aquí, una vez terminada la espergura, se celebra con chuletillas al
    sarmiento y un Garnacha Montepedriza 2018. ¡¡¡Estáis invitados!!!

  • Viñedo embotellados

    De volumen a valor. Es el cambio radical de la ecuación, de la razón de ser, de Bodegas Valdelacierva. A partir de una antigua cooperativa de cuatro socios en Navarrete, Valdelacierva comenzó a dejar de aprovisionar a lineales de alimentación para centrarse en los vinos de mayor valor añadido y en el canal de la hostelería, con un grupo de viticultores muy vinculados al proyecto y con una selección de viñedos concretos con personalidad de zona y parcela, que son hoy la clave de la amplia gama de vinos con que trabaja la bodega: «Hacerse pequeño es hacerse mejor», escribía hace poco Víctor de la Serna a propósito de la bodega.

             

    El cambio no se produjo de la noche a la mañana, sino lentamente con la incorporación de Emma Villajos como directora técnica en el año 2007 y con una apuesta por viñedos especiales focalizados en municipios históricos de la Sonsierra, como San Vicente, Briñas o Baños de Ebro, y de Tudelilla, donde Valdelacierva explota el potencial de las garnachas de la zona. Valdelacierva pertenece al grupo Hispano Bodegas, que además de Rioja trabaja los blancos en Rueda y tintos en la Ribera del Duero soriana. Emma Villajos presentó el jueves por la noche para el club de catas de lomejordelvinoderioja.com la gama casi al completo de Valdelacierva en Rioja, siete vinos, casi todos ligados a viñedos concretos, junto con una sorpresa fuera de programa, el 12 Linajes de la Ribera del Duero: «Soy de Madrid y desde el primer momento quedé sorprendida por la extraordinaria diversidad que hay en Rioja y por la profesionalidad de sus viticultores, en nuestro caso de un grupo con el que trabajamos a largo plazo y que son la pieza fundamental de nuestro proyecto», explicó la enóloga.

    La cata comenzó en Tudelilla, con el Valdelacierva Rosado 2019, cuyas uvas la enóloga obtiene de una finca a 625 metros de altitud en un suelo característico de canto rodado. Fresco, con una acidez muy agradable, combina las notas de fresa con flores blancas, que la enóloga trabaja con sus lías para obtener volumen en boca. Valdelacierva 5 Renques 2017 es el crianza de la casa, «el vino esencial», que va más allá del ‘tradicional’ crianza de Rioja, con la fruta como protagonista y con potencia e intensidad: «Las primeras añadas las hacíamos con una selección de viñedos de Rioja Alavesa, pero ahora trabajamos con dos viñedos de San Vicente, uno de la zona alta, más fresco, y otro a 425 metros que nos ofrecen un ensamble perfecto de tempranillos», detalló Villajos.

    Valdelacierva Reserva Edición Limitada 2017 completa la gama más ‘convencional’, con un vino en que tanto la fruta como la madera tienen protagonismo, pero en el que de nuevo la madurez de la uva, junto con una interesante mezcla varietal, dejan claro que el estilo Valdelacierva no es el clásico de Rioja. El vino comenzó en sus añadas anteriores siendo un 100% tempranillo, pero en la actualidad mezcla a tercios tempranillo, graciano y maturana tinta: «Es un viñedo de Tudelilla, un pueblo vitícola que hemos ido descubriendo y que con la combinación varietal nos ofrece mucha complejidad con un toque de monte bajo, de tomillo, muy característico y especial». Valdelacierva Grano a Grano 2018 es un parcelario que nació con la añada 2015 como un «experimento» que la enóloga trasladó luego a Ribera del Duero: «Nos juntamos diez personas en vendimia para desgranar uno a uno cada grano de una producción de 1.500 kilos». Villajos utiliza el viñedo de una parcela, ‘Salmuera’ de Baños de Ebro, que prácticamente todas las añadas se corre en floración y ofrece unos racimos pequeños y sueltos. El vino combina la fruta del tempranillo, no excesivamente intenso, con notas especiadas y, sobre todo, con mucha elegancia. Muy redondo.

    Del tempranillo a la garnacha, con dos parcelarios de Tudelilla. Valdelacierva Garnacha 2018 y Montepedriza 2018: «Lo de Tudelilla para mí fue un ‘flechazo’; me enseñó uno de nuestros viticultores su viñedo, Montepedriza, plantado hace 84 años, y tuve claro que teníamos que trabajar la garnacha de esos suelos pedregosos», explicó Villajos. Los vinos son ‘parientes’ cercanos, con una garnacha menos expresiva de inicio en el primer caso, pero que poco a poco se va abriendo en la copa y sacando las notas de fresa combinadas con especiados de monte bajo. Montepedriza es uno de los vinos de la noche, largo, mineral y fresco.

    Y para terminar otros dos tempranillos de muy distinta procedencia. El primero, Valdelacierva Cantogordo 2018, un parcelario de un viñedo de 60 años de Samaniego, profundo, intenso, que la enóloga cría en bocoyes de roble francés de 500 litros y que, pese a una larga estancia en botella, muestra mucha intensidad y juventud. Con 12 Linajes Finca los Arenales 2018 (de Bodegas Gormaz) la cata da un giro hacia la rusticidad soriana: «Son pequeñísimos majuelos, varios de ellos prefiloxéricos y de una viticultura casi extrema a 1.000 metros del altitud», explicó la enóloga. «Quería poner este vino como broche final, como una sorpresa fuera de programa». Concentrado, fresco, un vinazo que demuestra que cada zona, cada pueblo y cada viñedo tiene su propia personalidad.

    Enlace al artículo original: https://www.lomejordelvinoderioja.com/catas/valdelacierva-protagonista-club-20210521223607-nt.html

    Enlace galería de fotos de la cata: https://www.lomejordelvinoderioja.com/catas/bodegas-valdelacierva-protagonista-club-catas-20210521101630-ga.html#photo-gallery-group-0

  • Diario de un viticultor – parte 2

    ¡A por los hongos!

    Tras un otoño y un invierno inusualmente secos, es el momento de comenzar los tratamientos preventivos de la vid.

     

    El agua que no llega

    En abril, aguas mil, reza el refrán. Sin embargo, este 2021 se está caracterizando por un invierno y una primavera con una importante baja tasa de precipitaciones. En lo que respecta al periodo de otoño e invierno (desde final de caída de hoja de 2020), apenas llegamos a los 100 litros, y en lo que va de primavera tan solo hemos registrado 18 litros. Pese a la escasez hídrica de este año, la brotación de la vid no presenta ninguna anomalía, y aquí en Montepedriza ya podemos disfrutar de entre 5 y 10 centímetros de longitud del brote.

    Lucha contra el oidio

    Y es ahora el mejor momento para que, junto a José Luis, nuestro viticultor, realicemos el primer tratamiento preventivo anti-oídio con azufre. Es muy importante posicionar este primer tratamiento cuando nos encontramos con este desarrollo de brote, ya que es en estos momentos cuando el hongo que ha invernado en forma de micelio dentro de la yema comienza a desarrollarse produciendo conidias que, transportadas por el viento, propagan la enfermedad a todos los órganos verdes de la planta.

    Con mucho mimo

    La garnacha de Montepedriza es algo muy especial. Por eso la mimamos en todos sus pasos y realizamos los tratamientos de azufre de forma muy cuidadosa, con mochila. Así, reducimos el paso de maquinaria pesada sobre el viñedo, lo que contribuiría a la compactación del suelo. En nuestra garnacha únicamente entra el

    tractor para realizar el labrado del suelo, todas las demás operaciones se realizan de forma manual. Y es que es tanto el cariño que le tenemos a este gran viñedo que en muchas operaciones participamos personalmente.

  • Cuando hacerse pequeño, es hacerse mejor

    Hoy queremos reproducir el artículo publicado en el diario El mundo de uno de los grades periodistas y críticos de este país, Víctor de la Serna, sobre la cata de los vinos de nuestra bodega Valdelacierva, Rioja.

    victor de la serna valdelacierva vino rioja el mundo

    De la cantidad viene la ganancia. En el mundo gastronómico español esa creencia ha estado en el origen de mucha cantidad -de vino, de aceite, de jamones … – y de mucha mediocridad. Ya se ha comentado aquí varias veces, y también cómo estamos saliendo de aquella masificación, produciendo menos pero mejor, dejando muchas prácticas industriales y recuperando otras artesanales. Hace apenas un mes nos hacíamos eco de la queja de la asociación de los productores pequeños, Bodegas Familiares de Rioja, sobre la desaparición de 53 bodegas y de casi 3.000 viticultores durante los últimos 1 O años, «por una política basada más en la producción de cantidad en lugar de calidad, las complicaciones burocráticas y la falta de apoyo institucional para el modelo de negocio familiar. Es cierto: a los pequeños se les ayuda poco, pero en toda España los que están sobreviviendo -y no digamos al año de la pandemia, cuando han caído las ventas más que en cualquier otro país porque este es el país donde más porcentaje de vino se vende en la hostelería, y esa ha estado cerrada o semicerrada en casi todas partes- lo logran a base de calidad y autenticidad.

    Otro camino, quizá aún más arduo, es el de los grupos productores de gran tamaño que aceptan reducirse, decrecer, para pasar a desarrollar vinos de mucha más clase -y más valor añadido ­procedentes de una sola viña, o un solo paraje, o de cepas muy viejas, y con métodos mucho más naturales. Hace ya dos años que presentamos en EL MUNDO uno de esos -escasos–grupos que se hacen intencionadamente más pequeños, y acabamos de volver a catar sus productos. Es un camino original y alentador, que deberían emprender más bodegas.

    Este grupo, Hispanobodegas, se formó hace pocos años con bodegas en Rioja – Valdelacierva-, la Ribera del Duero soriana – Gormaz- y Rueda  -Garcigrande- y fue proyectado inicialmente para una gran producción de vinos de gama media. Ya no, al menos en las dos primeras bodegas, ya que el proceso no parece haber empezado en la de Rueda. Para hacerse una idea, entre Valdelacierva y Gormaz -la antigua cooperativa de San Esteban de Gormaz, privatizada en 2004- controlan más de 400 hectáreas. A lo grande, como aquí se gastaba: con esa superficie se pueden producir en esas zonas más de tres millones de botellas al año. Y eso, tirando por lo bajo. Otra decisión importante en su transformación: no hacerlo de ningún modo al estilo años 90, también llamado estilo Parker, que tantos partidarios y practicantes ha tenido, sobre todo en la Ribera. Ya saben: es a base de lujosas sopas de roble. En vez de ello han hecho un examen a fondo de su excelente patrimonio vitícola para identificar las viñas con potencial de finura y personalidad, mediante un estudio detenido de sus suelos y orientaciones, cuyas uvas se ensamblan en cuvées de tamaño modesto, o en algunos casos se elaboran desde una única parcela.

    Hace dos años, cuando los catamos por primera vez, eran menos numerosos los vinos de un solo lugar que elaboraban, pero con la nueva reglamentación de Rioja han registrado ya 10 viñedos singulares
    (aunque ellos prefieren llamarlos únicos) y están sacando al mercado lotes inhabitualmente pequeños: vinos que sólo dan para 1.000, 2.000, 3.000 botellas … Valdelacierva, basada en Navarrete, tiene lo esencial de sus viñas en la Sonsierra y en Rioja Alavesa, a las que ha añadido viejas parcelas de garnacha en Tudelilla. Gormaz, en la parte más oriental, alta y fría de la Ribera, las tiene en localidades que ya van adquiriendo renombre, como Atauta o Alcubilla de Avellaneda.

    Las mujeres, cuya sensibilidad está desempeñando un papel cada día mayor en el desarrollo del viñedo y las bodegas españolas en la buena dirección, parecen importantes en esta empresa. Dos de ellas, Raquel Ruiz y la enóloga Emma Villajos, dirigieron el otro día una cata en  Madrid que amplió el abanico de sus vinos, siempre con esas virtudes que descubrimos en 2019: delicadeza en el trato de la uva (grandes tinas de madera y barricas), poca extracción, roble francés no nuevo, que m¡µ-ca muy poco el producto. En medio de tanta noticia negativa en el mundo del vino -nos han llegado noticias de más de una situación grave-, este reencuentro ha supuesto la alegría de comprobar que se puede hacer, y que es uno de los modelos de reconversión hacia la calidad y el terruño del desequilibrado sector vitivinícola español.
    Nos han impresionado mucho, de la bodega  riojana, el delicado Valdelacierva Grano a Grano, un tempranillo de la Finca La Botija en Baños de Ebro, cuyas uvas se despalillan totalmente a mano para mantenerlas enteras y culminar una maceración intracelular impecable, y el fresco Valdelacierva Montepedriza, uno de esos viñedos únicos, de cepas de garnacha con 85 años en Tudelilla. Por su parte, Gormaz, bajo su marca 12 Linajes, hace también un notable Grano a Grano del ya legendario paraje de Valdegatiles en Atauta. Y pronto saldrá al mercado el finísimo 12 Linajes Senda de la Estación 2019, nuevo vino de una finura borgoñona.
    No son aún vinos muy conocidos, pero merece la pena buscarlos …

  • Las diferencias entre los vinos de Rioja y Ribera del Duero por Cocinillas

    Reproducimos el artículo de Laura S. Lara en El Español, cocinillas.

    La tipicidad de los vinos de Rioja y Ribera del Duero ha dejado de ser una característica que permita su diferenciación. El cambio climático, las tendencias en el estilo de los vinos y la globalización, entre otros factores, hacen que cada vez haya más vinos distintos entre sí e imposibles de etiquetar dentro de una misma región. Que a Rioja se la conozca como la tierra de los mil vinos no es casual.

    Hoy en día es muy difícil establecer las diferencias entre estas dos grandes denominaciones de origen, así que no te frustres si no lo consigues. Los vinos de ambas D. O. se parecen, y mucho, porque utilizan la misma uva (tempranillo) y comparten suelos arcillosos y con calcio, pero tienen matices diferenciadores, tanto en la teoría como en la práctica, que no debes pasar por alto si quieres aprender a valorar cada uno de ellos en su propia disparidad.

    1. El valor de las añadas

    “Un buen aficionado al mundo del vino debe conocer la calificación de las últimas añadas en sus Denominaciones de Origen preferidas”, dice Raquel Ruiz Espinosa, directora de Marketing y Comunicación de Hispanobodegas, que elabora vinos en Rioja (Bodegas Valdelacierva) y también en Ribera del Duero (Bodegas Gormaz). Es decir, si ha sido Buena, Muy Buena o Excelente. “Pero no sólo eso, también es importante que sepa que esa calificación sirve exclusivamente para esa Denominación de Origen en concreto, que cada región tiene una diferente cada año”.

    2. Rioja es D. O. Calificada y Ribera del Duero no

    Esto significa que los vinos de Rioja pertenecen a un escalón superior, según la nueva Ley del Vino, que certifica que estos han alcanzado altas cotas de calidad durante un dilatado periodo de tiempo (más de 10 años). La primera D. O. en conseguir la coletilla de Ca. fue Rioja, en 1991. Después Priorat, en el 2000.

    Ambas siglas garantizan que el vino está certificado por un consejo regulador y que cumple altos niveles de calidad pero, además, la D. O. Ca. impide que pueda venderse vino a granel y garantiza que todos sus productos se comercialicen embotellados en bodegas situadas dentro de la zona de producción, entre otras cosas.

    La D. O. Ca. Rioja es más antigua que la D. O. Ribera del Duero y la clasificación de los vinos también es diferente. En Rioja, por ejemplo, existen ‘viñedos singulares’ calificados, en Ribera no.

    3. En Rioja no se hacen vinos jóvenes con madera, en Ribera sí

    No se hacen porque no lo permite la regulación riojana. En Ribera, los vinos jóvenes con un ligero paso por barrica llevan la etiqueta de Roble, y son tintos que han conseguido cambiar el panorama vitivinícola español, ya que cuentan con todo el atractivo de su juventud, pero aportan un toque de madera que los hace más fáciles de beber y ligeramente más complejos.

    4. ¿Tempranillo o tinta del país?

    “Es la misma variedad pero en cada región se llama de una manera”, explica Ruiz Espinosa. “Sus comportamientos son igualmente diferentes, y esto es lo que le da sentido a cada denominación”.

    Además de la tempranillo, el resto de variedades de uva permitidas para tintos y blancos son diferentes en cada D. O. De hecho, hasta hace apenas un par de años, en Ribera no se podían elaborar blancos, algo que ha cambiado desde que se autorizara el uso de la albillo mayor.

    5. El clima marca la diferencia

    Si tenemos la misma uva, bodegas con instalaciones similares y enólogos igual de formados, ¿cómo pueden ser los vinos tan diferentes entre Rioja y Ribera?

    Es muy fácil de entender. Todo tiene que ver con el clima. “En la D. O. Rioja, que abarca los municipios de La Rioja, Álava y Navarra, enmarcadas por el Ebro, existen tres influencias climáticas: la continental, la atlántica y la mediterránea, y esta última proporciona una suavidad que en los vinos se traduce en una elegancia y una finura increíble y difícilmente igualable”, aclara la responsable de Hispanobodegas.

    El caso de Ribera es diferente. Aquí es el Duero el que marca los contrastes entre los viñedos situados en Burgos, Valladolid, Soria o Segovia. “La mayor ‘brusquedad’ climática da lugar a vinos más potentes, aromáticos, estructurados y con un tanino más marcado. Ribera es como un ‘sándwich’ entre heladas, se vive al filo con riesgo de hielos tardíos en mayo y tempranos en septiembre”, añade.

    El ciclo vegetativo en esta parte, por tanto, es mucho más corto, con contrastes térmicos entre el día y la noche de hasta 30 grados, pues a lo anterior hay que añadir una altitud media de unos 800 metros, frente a los 400/500 de Rioja. Esta singularidad permite una espectacular síntesis de polifenoles. “El resultado son vinos menos finos, pero con una carga aromática y estructural muy potente”.

    En resumen: taninos finos y elegancia de Rioja vs. taninos rudos y potencia de Ribera.

    6. Crianza, Reserva y Gran Reserva

    En Rioja, estas categorías que tienen que ver con el tiempo que el vino pase en contacto con la madera y no con la calidad (ojo), están permitidas para barricas de 225 l (las tradicionales), mientras que los Robles de Ribera del Duero se pueden criar en barricas desde 225 a 600 l.

    7. El vocabulario de la viña y el laboreo también es dispar

    Lo que en Rioja se conoce como renques, en Ribera del Duero son líneos; las cepas de una son los majuelos en la otra; las tijeras son corquetes; los uveros, pulgares… Los reversos del castellano no tienen límites en el viñedo.

    8. Cuestión de precios

    “Aquí funciona la oferta y demanda. En Rioja hay más superficie de viñedo, más bodegas y más vinos, la oferta es mayor. En Ribera hay menos uvas, menos producción debido a esas temperaturas extremas, menos de todo, y los precios de los vinos aumentan”, opina Ruiz Espinosa. Tanto es así que muchos bodegueros aseguran que, hoy, producir vino a partir de viñedos propios cuesta el doble en Ribera del Duero que en Rioja.

    Claves para diferenciar Rioja de Ribera en la copa

    En primer lugar, prestando atención al color. Ribera del Duero suele presentar colores más intensos, capas más altas. Y esto tiene que ver con los componentes fenólicos de la uva, que en esta región del mapa aporta tonalidades más azuladas, mientras que en Rioja viran hacia la gama de los rojos y granates.

    En nariz también se aprecian diferencias básicas que te pueden ayudar a determinar, a ciegas, si lo que tienes delante es un Rioja o un Ribera. Sin tener en cuenta las características propias y diferenciadoras de todas las subzonas de cada una de las denominaciones, porque eso sería una especie de suicidio enológico, los matices que solemos encontrar en los vinos de Ribera del Duero nos recuerdan a los frutos del bosque, al yogur de fruta, incluso al regaliz. Rioja, por su parte, huele a fruta roja, a fresa, a frambuesa, y también a flores. Siempre generalizando.

    En boca está la dificultad, pues además del clima y la tierra, la forma de elaborar de cada bodega tiene mucho que decir. Más o menos tanino, más o menos presencia de madera, más o menos ligereza… Todo depende. Pero si lo que buscas es sorprender a tu cuñado en la próxima reunión familiar, apunta esto: los vinos de Rioja presumen de tener menos estructura y ser más sutiles, más afrutados y más fáciles de beber. Mientras que en el caso de la Ribera del Duero, la temperatura extrema genera una mayor concentración en la uva, lo que se traduce en más cuerpo, más intensidad, en vinos muy marcados por la identidad del terruño aunque no por ello menos elegantes.

  • Montepedriza, la garnacha singular de Valdelacierva

    fernando ligero Emma Villajos y José Luis de bodegas valdelacierva rioja garnacha tudelilla

    Bodegas Valdelacierva es el proyecto riojano de Hispanobodegas. Aunque está ubicada en el corazón de la Rioja Alta (Navarrete), la pasión y el inconformismo que irradia el equipo técnico los llevó a encontrar un viñedo de Garnacha muy vieja en el pueblo de Tudelilla (foto 3): una joya hallada en plena Rioja Oriental de 86 años de edad y cultivada con sabiduría por las manos recias y curtidas de José Luis Sáenz (foto 2), propietario de la viña. Montepedriza es su nombre y nos da una idea de la estructura pedregosa del suelo (foto 4). Un terreno muy pobre que obliga a las experimentadas raíces a profundizar para conseguir alimento y dotar al fruto de singularidad.

    Conoceremos las labores que allí se llevarán a cabo en los próximos meses. No solo tendremos el privilegio de aprender cómo se trabaja una viña de estas características de la mano de Fernando Ligero (foto 1), responsable de Viticultura de Hispanobodegas, sino que descubriremos el verdadero valor del vino que de allí nace; seremos conscientes del esfuerzo que supone cultivar con exclusividad cada una de las cepas de esta viña para trasladar la esencia de un fruto exquisito a bodega. Solo allí Emma Villajos (foto 2), responsable enológica del grupo, podrá plasmar en el vino resultante el carácter único de esta Garnacha riojana tan sugerente.

    No perdáis detalle de esta magnífica ocasión porque no todos los días se puede presenciar la evolución de un viñedo de esta magnitud. Se harán labores rutinarias, pero también se hará frente a dificultades imprevistas con la serenidad y templanza propias de un viticultor experimentado sin temor a equivocarse.

    descripción de la finca montepedriaza rioja tudelilla garnacha valdelacierva

    Febrero 2021

    El 18 de febrero –como siempre, acompañados de nuestra perra Luka (foto 5), a la que le encanta disfrutar de los paisajes que nos ofrece Montepedriza y recorrer sus viñedos de arriba abajo– realizamos la poda de la viña. Disfrutamos de un gran día para podar, ya que la temperatura media ese día estuvo en torno a los 15°C y con una humedad relativa del 48%, lo que evita en gran medida las tan temidas enfermedades de madera producidas por hongos de distintas familias. La poda la realizamos dejan- do 1 pulgar por brazo y con 2 yemas vistas. De esta manera conseguimos regular la carga de fruta de la planta y una muy buena distribución de los racimos en la cepa, lo que favorecerá una muy homogénea maduración de las uvas.

    Marzo 2021

    A finales de marzo, aprovechando los 10 litros de agua que cayeron la semana anterior, decidimos labrar la tierra y aportar abono orgánico de mantenimiento en función de las extracciones que hizo la planta la campaña pasada. Así, dejamos preparada la viña y li bre de hierba para la inminente brotación. Como no puede ser de otra manera, nuestro viñedo sigue las pautas de cultivo 100% ecológico y en el tra bajo de suelo alternamos pases de cultivador con inter-cepas y segado de la cubierta vegetal espontánea según la época del año y su régimen pluviomé trico. Como siempre que estamos en Montepedriza, nos tocó esperar porque Luka se había ido de excursión por las viñas de los vecinos. Por suerte teníamos una botella de nuestra Garnacha…

  • 12 Linajes ORO en Mundus vini

    Mundus vini oro 12 linajes reserva

     

    El concurso internacional Mundus Vini, este año, en su edición de primavera, ha premiado a 12 Linajes reserva 2016 con una medalla de oro.  Esta nueva añada que saldrá al mercado en breve comienza su andadura con una buena carta de presentación, ya que el oro conseguido será, con toda seguridad, el primero de los premios que conseguirá este gran vino de Bodegas y Viñedos Gormaz de la  Ribera del Duero soriana. La 28º Cata de Primavera del Concurso Internacional Mundus Vini 2021, considerado el concurso más importante de Alemania y uno de los más reconocidos de Europa, es una de las convocatorias más prestigiosas del mundo en este sector, en la que el jurado —enólogos, productores y distribuidores, así como periodistas especializados de todo el mundo— degusta los vinos en cata a ciegas y de manera profesional durante 20 jornadas.

     

    La medalla de oro de 12 Linajes Reserva 2016 reconoce el valor de un vino elaborado con la variedad reina de la ribera, la tempranillo, que procede de viñas viejas de más de 80 años. “El resultado de una decidida apuesta por el terruño es el elemento diferenciador de la personalidad de nuestros vinos sin olvidar, por supuesto, el ser constantes y trabajar para obtener la máxima calidad en nuestros vinos”, declara María José Garcia, la enóloga de Viñedos y Bodegas Gomaz. El huir de modas que roban carácter y personalidad a los vinos es algo que, en la bodega de San Esteban, no entra en sus planes. De hecho, el 12 Linajes reserva siempre es uno de los vinos más premiados de la bodega por los críticos, entendidos y  concursos internacionales.

    12 Linajes Reserva 2016.

    Elaborado con una 100% Tempranillo tiene una crianza de 24 meses en una perfecta combinación de roble francés (70%) y americano, siendo afinado posteriormente en botella durante un mínimo de 12 meses. Cada una de los robles le aporta al vino matices diferentes, con un resultado final de un vino muy complejo. En el caso del roble americano cede elegancia y complejidad predominando notas especiadas más dulces, en el caso del roble francés es más sutil, la contribución aromática es menos intensa, predominando más aromas varietales.

  • Valdelacierva más eficiente y sostenible

    edar estación depuradora de valdelacierva

    Bodegas Valdelacierva comienza su plan de inversiones de renovación y actualización de sus instalaciones en su bodega de Navarrete. La búsqueda continua de la mejora en su calidad y servicio con el objetivo de aumentar la eficiencia, la sostenibilidad e incorporar en la línea de comercialización el enoturismo, llevan a la bodega a invertir más de un millón de euros. Esta inversión prevista dentro de las líneas del Plan Estratégico comienza en una primera fase con la construcción de una nueva EDAR (estación depuradora de aguas residuales) y la ubicación de oficinas, laboratorio en la parte norte de la bodega. Más tarde y en una segunda fase, se incorporarán una mesa de selección, tolvas y prensas verticales para el desarrollo de las nuevas gamas de vinos de producciones especiales y limitadas; botellero y cambios en la zona de crianza también están previstas en esta segunda fase. Además, la incorporación del enoturismo será un atractivo más para los peregrinos que diariamente pasan por delante de la bodega debido a que Valdelacierva está junto al camino de Santiago de Navarrete.

    Desde la dirección de la bodega se muestran optimista y tienen claro sus líneas de trabajo: “hay que retomar el empuje para mejorar cada año y por eso creemos que es positivo y favorable reforzar el plan de inversiones que ya comenzamos en nuestra bodega de la Ribera del Duero” añadiendo que “sentar unas buenas bases en los principios de tu empresa te llevan a crecer de una manera sostenible y con los pies en la tierra. También es cierto, que cuando enfocas las iniciativas de crecimiento hacia la mejora en el trabajo y de tus productos se puede esperar que alcanzar metas de crecimiento puede es más fácil.

    En Bodegas Valdelacierva la innovación en los productos, fruto de las inversiones realizadas en la bodega en los últimos años han hecho posible lanzar al mercado referencias de vinos especiales y de producciones limitadas como: Valdelacierva grano a grano, Valdelacierva Garnacha e incorporar 9 viñedos a la categoría de Viñedo Singular, de donde, entre otras referencias,  se contará con los vinos Montepedriza y Cantogordo.

  • Valdelacierva Rosé 2020, el rosado de lágrima de garnacha riojana

    Valdelacierva Rosé 2020 estrena nueva añada. El vino más joven y desenfadado de bodegas Valdelacierva sale al mercado posicionándose entre los mejores rosados riojanos elaborados sólo con la variedad garnacha. La finca “El Recuenco”, en Tudelilla, a 600 m. de altitud, es la base de la garnacha de este rosado de Valdelacierva que nos ofrece la mejor expresión de esta variedad, no sólo por las características de la finca sino también por las de su elaboración.

    Valdelacierva Rosé es un rosado de lágrima que cuida cada uno de los aspectos importantes de su elaboración, desde el viñedo seleccionado hasta incluso detalles como adelantar la fecha de vendimia de la zona de Tudelilla con el objetivo de obtener un control sobre la graduación y conseguir así un vino más expresivo y de mayores sensaciones florales y fruta. Además, para obtener ese volumen y grasa en boca que tiene el vino se han realizado “battonage” sobre sus propias lías dos días a la semana durante cuatro meses. De esa manera, se ha conseguido favorecer la liberación natural de los polisacáridos presentes en las membranas de las levaduras que han llevado a cabo la fermentación alcohólica y conseguir esa redondez deseada en el vino.

    Emma Villajos, la enóloga de la bodega: “La suma de singularidades en la elaboración de este rosado es lo que quizás forme parte de su fórmula magistral de éxito. El cuidado de cada uno de los aspectos y la filosofía de mejora en cada añada en la elaboración de nuestros vinos es lo que nos hace conseguir estar en constante movimiento y preocupados por la búsqueda de la excelencia en nuestras elaboraciones. Para nosotros es trabajar para llegar “al estado del arte””.

    Valdelacierva Rosé lleva tres añadas y además de premios y reconocimientos puede sentirse orgulloso de haber sido uno de los vinos elegidos por la ONG “Fashion for Relief” de Naomi Campbell para acompañar su cena solidaria anual.

    El rosado de la bodega riojana viste una etiqueta sencilla y elegante donde destaca, con pequeños detalles la “V” característica de la bodega, que representa el: Valor, Viñedo y Valdelacierva (en nombre de la bodega). Su formato de venta es botella borgoña en 75 cl.

  • Valdelacierva en el diario Expansión

    En pocos días salen al mercado los vinos de los Viñedos Únicos de la bodega riojana Valdelacierva. Se basan en que hace ya unos años el Consejo Regulador de Rioja puso en marcha el proceso de zonificación, que consiste en que, además de las tres zonas históricas de Rioja Alta, Alavesa y Oriental, se puedan afinar otros vinos de zona y municipio que tienen características especiales y diferenciales. Por encima de ellos, el mayor nivel de reconocimiento, lo tienen los viñedos singulares, normalmente pequeñas parcelas que por sus condiciones de suelo, orientación, corta producción, viñas viejas, vendimia manual… son especiales.
    Muchas firmas riojanas se lanzaron a buscar esos viñedos para certificarlos ante el Consejo Regulador y poder hacer vinos concretos procedentes de ellos. En muchos casos, de un gran viñedo, se podían seleccionar algunas parcelas que reunieran las condiciones exigidas.
    Es el caso de Valdelacierva. La firma hace años que apuesta por vinos de alto nivel y de mayor valor añadido y, lógicamente, no podían quedar fuera de la punta de la pirámide, que son los vinos singulares. En su caso Viñedos Únicos, que dan como resultado Valdelacierva Montepedriza 2019, 100% garnacha, y el Cantogordo 2018, a base de tempranillo, que llegarán al mercado en marzo. La casa cuenta también con dos de alta gama, aunque no de viñedos especiales que son, el Valdelacierva Garnacha 2018, y el Edición Especial 2017 elaborado a tercias con las variedades maturana tinta, garnacha y tempranillo. Éste saldrá un poco más tarde porque la enóloga de la casa, Emma Villajos, prefiere redondearlo un par de meses más en botella.
    Y es precisamente esta mujer joven, enóloga con gran preparación, uno de los mejores activos de la firma. Normalmente los mejores viñedos riojanos están en manos de viticultores de toda la vida, que vi-ven de ellos y, naturalmente no venden, así que la única solución es aliarse con ellos. Contratos a largo plazo y pagar caro por la buena uva. Villajos selecciona los viñedos, las parcelas especiales, negocia, y luego hace los vinos. Un buen trabajo que la ha llevado a ser la supervisora de enología de todo el grupo Hispanobodegas, al que pertenece Valdelacierva, que dispone de otras dos bodegas: una en la Ribera de Duero soriana, Viñedos y Bodegas Gormaz y otra en Rueda, Garcigrande. La punta de lanza es esta última que se nutre de la producción de varias fincas, en Rioja Alavesa, en San Vicente de la Sonsierra y en Tudelilla, en Rioja Oriental, donde están las mejores garnachas.
    El ejemplo es Valdelacierva Garnacha 2018, muy expresivo e intenso, lleno de fruta madura muy rica, que acompaña con una gran mineralidad en nariz. En boca
    es robusto, redondo con tanino domado (27 euros). Y de una pequeña parcela dentro de la finca sale el Montepedriza 2019 con viñedos de 103 años. Ya el precioso color violáceo al servirlo, te atrae y aparece en nariz elegante, fino sutil, pero con garra y nervio. La boca, potente, amplia, larga con noble fuerza (65 euros).
    El Canto Gordo 2018 con tempranillo de Rioja Alavesa impresiona al llevarlo a nariz por su extraordinaria complejidad. Fruta madura, especias como canela, tinta china, caja de puros; la boca soberbia, equilibrada, centrada, larga. Un vinazo (65 euros). Y cierra el Valdelacierva Edición Limitada con la mezcla de las tres variedades. Aparece mucha fruta madura, sotobosque con jara y eucalipto. La boca, estructurada, con fuerza, muy larga y sabrosa (38 euros).

  • la importancia del momento de poda

     

    En Viñedos y bodegas Gormaz en Ribera del Duero, ya estamos preparando las tijeras para una de las podas más importantes que hacemos en nuestras viñas viejas de Soria destinadas a nuestro vino más TOP: 12 Linajes.

    La planta se encuentra en parada vegetativa y es en este momento cuando comenzaremos a realizar la operación de la poda de invierno con la que dejamos marcada la futura producción de la próxima cosecha. Este año estamos teniendo un gran invierno para la viña, debido a que las bajas temperaturas que reduce las poblaciones de plagas y hongos.

    Cuando se poda también se tienen en cuenta otros factores para realizar bien el trabajo. La climatología, por ejemplo, hay que evitar en todo lo posible los días de niebla, lluvia o alta humedad relativa. Muchas de las enfermedades de la madera se transmiten por las heridas de poda. Los días con humedades relativas altas favorecen la entrada por las heridas de poda de los hongos de la madera. También la situación de la finca y su orografía donde las zonas más frías se suelen dejar para el final de invierno y así conseguimos retrasar la brotación y evitar heladas que como bien se sabe, no afectan igual las heladas a las viñas más jóvenes que a las más viejas ni a las variedades más tempraneras.

    Todo este tipo de trabajos y conocimientos se aplican cuando conoces bien tu viñedo y lo trabajas con todo el cariño de mundo. De esta manera y como no podría ser, nacen las mejores uvas para los mejores vinos y en nuestro caso, el 12 Linajes.

    ¡salud!

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