• 95 puntos Valdelacierva Garnacha

    Entre más de 1.500 vinos procedentes de todos y cada uno de los rincones de nuestro país ha sido seleccionado nuestro vino Valdelacierva Garnacha 2018 por la sumiller y crítica de vinos, Pilar Cavero. Según comenta Cavero: “La conclusión más clara es que el estado del panorama vinícola actual español es extraordinario. Diversidad, singularidad, clasicismo y vanguardia, todo tiene cabida en este sector actualmente”. De todas las referencias catadas, finalmente sólo se han seleccionado 450 referencias, entre las que está incluida, nuestra garnacha más especial.

    Valdelacierva garnacha 2018 es un monovarietal de Garnacha de Tudelilla del que sólo se elaboran 1541 botellas y 300 magnum.

     

  • Nuestros vinos en la guía Peñín

    A diferencia de guías anteriores, la guía Peñín publica los resultados de la que será su próxima guía 2022 en el momento en que se realiza la cata del vino. Por eso, ahora nos encontramos CATA en vez de GUIA, como acostumbrábamos a encontrarnos antes.

    La Guía Peñín está considerado el manual de vinos más completo del mundo. Para ofrecerte información de calidad, catan al año hasta 11.500 vinos en sus lugares de origen, comenzando en enero su periplo por la geografía nacional para probar, en cada Consejo Regulador, el vino que va a ser juzgado.  Una de las características principales de esta guía es, precisamente, la movilidad de su equipo de catadores. Realizar las catas en los lugares de origen les permite mantener muy alta su calidad de cata, puesto que pueden valorar estos vinos de máxima calidad junto a sus “hermanos” permitiéndoles localizar características típicas de la zona; además de conocer todos los entresijos de producción y facilitarles la labor de agruparlos por añadas, tipos o subzonas.

    En la última cata las puntuaciones han sido:

    VALDELACIERVA – Rioja

    Montepedriza 2019.- 94 puntos

    Valdelacierva grano a grano 2017.- 94 puntos

    Valdelacierva Reserva Edición Limitada 2017 .- 93 puntos

    Valdelacierva Reserva 2016.- 93 puntos

    Valdelacierva crianza 2018.- 91 puntos

     

    VIÑEDOS Y BODEGAS GORMAZ- Ribera del duero – Soria

    12 Linajes Finca los Arenales 2018.- 93 puntos

    Anier VS 2018.- 93 puntos

    12 Linajes Reserva 2016.-92 puntos

    12 Linajes crianza 2018.- 91 puntos

    12 Linajes roble 2020.- 91 puntos

     

    GARCIGRANDE

    Garcigrande verdejo 2020.- 90 puntos

     

     

     

  • Diario de un viticultor – parte 6

    Como si fuésemos niños pequeños entusiasmados por estrenar el curso escolar con bolis y cuadernos nuevos, nosotros estamos deseando, con los nervios a flor de piel, que llegue la vendimia y comenzar la aventura de esta nueva añada.

    Esperando… y analizando

    Ya solo queda esperar que la uva madure de forma completa, por lo que nuestro trabajo en Montepedriza en septiembre consiste en recorrer el viñedo para comprobar que todo está en orden y muestrear todas las semanas. Los muestreos consisten en coger 5 bayas de la zona de hombros, parte central y puntas de 40 cepas marcadas. Llevamos las bayas a bodega para realizar cata de uvas y análisis sobre distintos parámetros (At, pH, grado, IPT…) que determinarán la evolución de la maduración de la fruta.

    Buscando la tipicidad

    Durante los muestreos comprobamos cómo la columna vertebral que identifica a nuestro vino sigue siendo la esencia de la viña: notas florales y fruta madura percibida en la masticación del hollejo, acidez marcada que aporta frescura encontrada en la pulpa y, por último, presencia de una carga tánica suave y madura.El objetivo de estas analíticas químicas y sensoriales es determinar la fecha óptima de cosecha y determinar la tipicidad de la añada para establecer los protocolos enológicos más adecuados a seguir.

    Esperando la cosecha

    Esta estructura siempre presente en nuestro vino se debe al marcado efecto terroir del viñedo, definido por la Garnacha, el suelo franco-arenoso con alta pedregosidad superficial y la mano de nuestro experto viticultor José Luis. Climáticamente, en este septiembre hay que destacar las altas precipitaciones, que están favoreciendo un buen final de maduración y un ligero aumento del tamaño de la baya, que tras un duro periodo estival de sequía minimizará el efecto de sobreconcentración que estaban experimentando las uvas.

  • 12 Linajes Gran Vino de Rueda

    Sale al mercado el nuevo vino de la Bodega Garcigrande en Rueda: 12 Linajes Gran Vino de Rueda 2020

    Este vino que sale al mercado en la mayor categoría de calidad que existe en la Denominación de Origen Rueda: Gran Vino de Rueda que basa su gran diferencia en varios aspectos que lo hacen ser un vino fuera de lo común e interesante para valorar:

    • Origen: viñedo que la próxima añada ya tendrá certificado ecológico en Moraleja de Coca (Segovia). Edad de las viñas de 200 años en dos pequeños majuelos de 1 y 2 Hra. con rendimientos de 1500 – 2000 kg. Suelo arenoso con lenguas de pizarra. Muy pobre.
    • Apellido: Categoría Gran Vino de Rueda. El máximo representante de calidad y control de la Denominación de origen.
    •  Elaboración. Vendimia nocturna para que la uva esté fría y se minimicen las oxidaciones en el transporte. La noche que se vendimia 12 Linajes Gran Vino de Rueda sólo se vendimia esa parcela para que no se mezcle en el proceso con uvas de otros viñedos. Además, buscando la mínima oxidación de los mostos desde el propio viñedo, empleamos hielo seco para inertizar los remolques de transporte de uva y la tolva de recepción.
    • Edición Limitada: sólo se elaboran 3000 litros.

     

    En bodega tras recibir la uva verdejo a la temperatura adecuada se realiza un prensado directo y estabulación de sus propias borras. La fermentación la desarrollamos a bajas temperaturas para que la cinética de la misma sea lenta y paulatina buscando conservar todo el potencial aromático presente en las uvas.

    Tras la fermentación hacemos un buen trabajo de diferenciación en la búsqueda de ese Mix que nos ayude a diferenciar nuestro Gran Vino de Rueda. Parte del vino ha tenido un trabajo de batonage de las lías  y la otra parte, en  madera durante varios meses, de ahí que la añada 2020 salga ahora al mercado. Después de este periodo encontramos un vino con peso y complejo con el ensamblaje que realiza el equipo técnico y que aporta la  maduración entre el depósito y la madera. Esta última, queda en un fondo casi imperceptible, que sólo acompaña y pasa totalmente desapercibida.  Es un elemento más que suma a dar complejidad y notas minerales propias de estos blancos más hechos, más maduros y más interesantes a nivel organoléptico. La búsqueda para lograr un vino complejo, de alta intensidad aromática nos lleva a conseguir una gran expresividad frutal, con notas florales: Acacia con notas cítricas y minerales. Muy agradable su paso en boca y persistencia final.

     

     

  • Diario viticultor – parte 5

    Una vez realizada la segunda poda del año (espergura) con la que regulamos la tasa productiva de nuestra Garnacha, en verano toca mimar la viña para no tirar por tierra el trabajo de los meses anteriores.

    Despunte y desnietado

    Con la baya verde en pleno desarrollo, toca realizar una buena gestión de la vegetación, que incluye dos operaciones: el despunte y el desnietado. El despunte consiste en la supresión del ápice o sumidad apical del brote para parar su crecimiento y evitar que caiga sombreando la zona de los racimos, mientras que el desnietado es la eliminación de feminelas o brotes aparecidos a partir de las yemas anticipadas de los pámpanos, ya que cuando se encuentran en la zona de racimos provocarán un excesivo sombreamiento a la uva favoreciendo un microclima que propiciará la incidencia de enfermedades y plagas.

    Evitar las enfermedades

    Por tanto, el principal objetivo del buen manejo de la vegetación es procurar una buena superficie foliar expuesta en la cepa, así como el evitar microclimas favorables al desarrollo de enfermedades y plagas por sombreamientos en la zona de racimos.
    Además, con estas operaciones conseguimos que los tratamientos fitosanitarios sean más eficaces y menos necesarios al tener los racimos más expuestos a la ventilación del aire y a la radiación solar. Esto es muy importante de cara a la protección de la fruta frente a la tan temida enfermedad fúngica de la podredumbre provocada por Botrytis cinerea.

    Un brindis tras el esfuerzo

    Así que, como no puede ser de otra forma, en Bodegas Valdelacierva nos tomamos tanto el despunte como el desnietado como si de un tratamiento fitosanitario se tratase y las realizamos con gran precisión para proteger a nuestra mimada garnacha de tan temido hongo.
    Y como julio en esta zona es un mes muy pero que muy caluroso… cuando terminamos estos trabajos lo celebramos con un muy fresquito Valdelacierva Rosé Lágrima de Garnacha, un espectacular broche final para unos trabajos tan delicados en la viña.

    La viña no tiene vacaciones

    Agosto siempre ha sido el mes estrella de las vacaciones. La mayoría disfruta de sus días de descanso pero nosotros, en Valdelacierva, siempre tenemos a alguien de guardia para cuidar y controlar que en el viñedo todo esté en orden.
    Y es que no podemos tirar por tierra todo el trabajo realizado durante tantos días en los viñedos por un abandono estacional de veraneo. Todos los días en el campo cuentan y son muy importantes para la viña. Por ello siempre queda alguien de nuestro personal cualificado velando por el correcto estado de cada una de nuestras cepas.

    Últimos cuidados de la uva

    Y así lo hacemos, cómo no, en la mimada Garnacha de Montepedriza. Este mes toca un nuevo tratamiento de azufre (en este caso, azufre en polvo para que penetre bien en el interior de la cepa) y con ello prevenir el posible desarrollo de oídio. También colocamos cintas de reflejo para evitar el daño de los pájaros sobre los racimos de uva y estimamos la producción por cepa para determinar la posible operación de raleo (tirada de uva de modo que se consiga un buen equilibrio productivo en cada cepa y así alcanzar una completa maduración de la fruta).

    Se acerca la vendimia
    Con todas estas operaciones, cada vez estamos más cerca de la tan ansiada fecha de cosecha.
    Durante este mes, seguimos con la tónica dominante de una sequía extrema que nos está marcando el verano. Esto nos deja un reducido tamaño de la baya por el acusado estrés hídrico que está padeciendo la planta. Esta situación no solo va a afectar a la fecha de cosecha, sino también a las características de la uva, ya que tendremos una alta concentración polifenólica y de azúcares dentro de la baya, lo que nos condicionará a realizar vinificaciones diferentes en bodega.

  • Diario de Viticultor – parte 4

    Si son importantes los meses de invierno, en los que desarrollamos la poda de la viña definiendo así la arquitectura de la cepa y carga de cada planta, no son menos esenciales los trabajos que se suceden durante junio en las vides.

    Nuevo ataque a los hongos

    Junio es un mes vital para el buen desarrollo de la cepa, y es en estos días más que nunca cuando tenemos que calzarnos las botas y patear cada milímetro del suelo de nuestra Garnacha. Comenzamos el mes realizando un segundo tratamiento fitosanitario para prevenir la posible aparición de enfermedades fúngicas como el oídio y el mildiu. Como siempre, en nuestra mimada Garnacha de Montepedriza solo utilizamos azufre y cobre: trabajos 100% ecológicos en uno de nuestros viñedos más top.

    Adiós, brotes secundarios

    Durante la segunda semana de este mes comenzamos la costosa pero importantísima operación de la espergura, consistente en eliminar todos aquellos brotes considerados como secundarios y que crearían competencia con los brotes portadores de las uvas, así como generarían también un microclima adverso (falta de aireación y aumento de humedad) en la zona de racimos que favorecería el desarrollo de enfermedades y una maduración heterogénea e incompleta de la fruta.

    No todo va a ser trabajar…

    Pero es la operación que más nos gusta hacer por muchas razones: hace muy buen tiempo para disfrutar del viñedo, hay una explosión de aromas y colores por la floración, ya podemos ver nuestra futura
    cosecha… y sobre todo la recompensa final al trabajo bien hecho: la parrillada con nuestro Garnacha Montepedriza 2018. ¿Se puede pedir más? Además, junio ha querido regalarnos algo más de agua en
    este año tan seco, lo que nos ayudará a afrontar mejor los tan importantes estados fenológicos de floración y cuajado.

    Nuevo ataque a los hongos Adiós, brotes secundarios No todo va a ser trabajar…

  • Diario de un viticultor – parte 3

    La lluvia que no llega

    Climatológicamente hablando, continuamos sometidos a una importante escasez de precipitaciones, lo que hace que nuestro reservorio de agua en el suelo vaya disminuyendo día tras día. A
    esto tenemos que añadirle el hecho de unas temperaturas medias más bajas de lo normal durante el mes de mayo. Todo ello está contribuyendo a que la planta tenga un desarrollo vegetativo escaso
    con respecto a otros años, lo cual marca un retraso total en el ciclo fenológico del viñedo de algo más de diez días.

    La importancia de las raíces

    Nuestra Montepedriza, como buena garnacha vieja cuyo sistema radicular profundiza a más de metro y medio, sigue resistiendo este año tan escaso de agua sin ningún problema.
    No obstante, como cuidadores de la viña, nuestra labor en estos momentos complicados es la de ayudarla a soportar lo mejor posible la sequía y, para ello, eliminar todo tipo de competencia por los recursos hídricos que le pudiera causar la vegetación adventicia.

    Desbrozar… ¡y festejar!

    Así que este mes toca labrar suelo y volver a coger desbrozadoras para mantener todos los recursos hídricos disponibles para nuestra garnacha. Y nos preparamos para la siguiente labor… que ya tenemos programada para el 1 de Junio: la espergura (es decir, la poda en verde), de la que el mes que viene os contaremos más. ¡Ah!, por si no lo sabíais: aquí, una vez terminada la espergura, se celebra con chuletillas al
    sarmiento y un Garnacha Montepedriza 2018. ¡¡¡Estáis invitados!!!

  • MONTEPEDRIZA

    VALDELACIERVA_MONTEPEDRIZA

    D.O.Ca.Rioja

    Montepedriza

    2019

    NOTAS DE CATA

    Visual

    Color rojo rubí intenso y brillante.

    Olfativa

    Nariz intensa con un sorprendente equilibrio de fruta  roja ácida , negra silvestre y monte bajo y un marcado fondo mineral.

    Gustativa

    En la boca es elegante y sabroso con un recorrido delicado y largo con un final vertical bien sustentado en acidez y alcohol que no deja indiferente.

    CARACTERÍSTICAS

    Uva

    Garnacha

    Cosecha

    2019

    Ubicación

    Finca Montepedriza en Tudelilla

    Suelo

    Gravas y cantos rodados

    Rendimiento kg/ha

    2.400

    Vendimia

    Manual, tradicional.

    Grado

    15,5%

    Certificación Vegana

    No

    Altura

    625 metros

    Edad del viñedo

    Más de 86 años

    Botella

    Botella: Magnum Formato: 75 cl

    Temperatura

    16ºC-18ºC

  • Cantogordo Viñedo Único

    VALDELACIERVA_CANTOGORDO

    D.O.Ca.Rioja

    Cantogordo Viñedo Único

    2018

    NOTAS DE CATA

    Visual

    Color rojo rubí intenso y brillante.

    Olfativa

    Nariz muy compleja y de gran intensidad con predomino  de notas florales y de fruta azul, al fondo y en copa aireada se perciben notas balsámicas que recuerdan a tomillo, hinojo y otras plantas aromáticas silvestres de monte.  Integrada la madera en el vino encontramos aromas torrefactos y pimienta negra.

    Gustativa

    Boca de gran longitud, con tanino  granuloso y marcada tensión por el calcáreo. Entrada potente y corte vertical en paso de paladar generado por una buena acidez bien marcada y unos taninos de textura crocanti. Persistencia en boca larga.

    CARACTERÍSTICAS

    Uva

    Tempranillo

    Cosecha

    2018

    Ubicación

    Finca Cantogordo en Samaniego

    Suelo

    arenoso con concreciones calcáreas procedente de la roca madre caliza

    Rendimiento kg/ha

    4.200

    Vendimia

    Manual en cajones

    Grado

    14.5%

    Certificación Vegana

    Altura

    530

    Edad del viñedo

    60 años

    Botella

    Botella: Magnum Formato: 75 cl

    Temperatura

    16ºC-18ºC

  • Viñedo embotellados

    De volumen a valor. Es el cambio radical de la ecuación, de la razón de ser, de Bodegas Valdelacierva. A partir de una antigua cooperativa de cuatro socios en Navarrete, Valdelacierva comenzó a dejar de aprovisionar a lineales de alimentación para centrarse en los vinos de mayor valor añadido y en el canal de la hostelería, con un grupo de viticultores muy vinculados al proyecto y con una selección de viñedos concretos con personalidad de zona y parcela, que son hoy la clave de la amplia gama de vinos con que trabaja la bodega: «Hacerse pequeño es hacerse mejor», escribía hace poco Víctor de la Serna a propósito de la bodega.

             

    El cambio no se produjo de la noche a la mañana, sino lentamente con la incorporación de Emma Villajos como directora técnica en el año 2007 y con una apuesta por viñedos especiales focalizados en municipios históricos de la Sonsierra, como San Vicente, Briñas o Baños de Ebro, y de Tudelilla, donde Valdelacierva explota el potencial de las garnachas de la zona. Valdelacierva pertenece al grupo Hispano Bodegas, que además de Rioja trabaja los blancos en Rueda y tintos en la Ribera del Duero soriana. Emma Villajos presentó el jueves por la noche para el club de catas de lomejordelvinoderioja.com la gama casi al completo de Valdelacierva en Rioja, siete vinos, casi todos ligados a viñedos concretos, junto con una sorpresa fuera de programa, el 12 Linajes de la Ribera del Duero: «Soy de Madrid y desde el primer momento quedé sorprendida por la extraordinaria diversidad que hay en Rioja y por la profesionalidad de sus viticultores, en nuestro caso de un grupo con el que trabajamos a largo plazo y que son la pieza fundamental de nuestro proyecto», explicó la enóloga.

    La cata comenzó en Tudelilla, con el Valdelacierva Rosado 2019, cuyas uvas la enóloga obtiene de una finca a 625 metros de altitud en un suelo característico de canto rodado. Fresco, con una acidez muy agradable, combina las notas de fresa con flores blancas, que la enóloga trabaja con sus lías para obtener volumen en boca. Valdelacierva 5 Renques 2017 es el crianza de la casa, «el vino esencial», que va más allá del ‘tradicional’ crianza de Rioja, con la fruta como protagonista y con potencia e intensidad: «Las primeras añadas las hacíamos con una selección de viñedos de Rioja Alavesa, pero ahora trabajamos con dos viñedos de San Vicente, uno de la zona alta, más fresco, y otro a 425 metros que nos ofrecen un ensamble perfecto de tempranillos», detalló Villajos.

    Valdelacierva Reserva Edición Limitada 2017 completa la gama más ‘convencional’, con un vino en que tanto la fruta como la madera tienen protagonismo, pero en el que de nuevo la madurez de la uva, junto con una interesante mezcla varietal, dejan claro que el estilo Valdelacierva no es el clásico de Rioja. El vino comenzó en sus añadas anteriores siendo un 100% tempranillo, pero en la actualidad mezcla a tercios tempranillo, graciano y maturana tinta: «Es un viñedo de Tudelilla, un pueblo vitícola que hemos ido descubriendo y que con la combinación varietal nos ofrece mucha complejidad con un toque de monte bajo, de tomillo, muy característico y especial». Valdelacierva Grano a Grano 2018 es un parcelario que nació con la añada 2015 como un «experimento» que la enóloga trasladó luego a Ribera del Duero: «Nos juntamos diez personas en vendimia para desgranar uno a uno cada grano de una producción de 1.500 kilos». Villajos utiliza el viñedo de una parcela, ‘Salmuera’ de Baños de Ebro, que prácticamente todas las añadas se corre en floración y ofrece unos racimos pequeños y sueltos. El vino combina la fruta del tempranillo, no excesivamente intenso, con notas especiadas y, sobre todo, con mucha elegancia. Muy redondo.

    Del tempranillo a la garnacha, con dos parcelarios de Tudelilla. Valdelacierva Garnacha 2018 y Montepedriza 2018: «Lo de Tudelilla para mí fue un ‘flechazo’; me enseñó uno de nuestros viticultores su viñedo, Montepedriza, plantado hace 84 años, y tuve claro que teníamos que trabajar la garnacha de esos suelos pedregosos», explicó Villajos. Los vinos son ‘parientes’ cercanos, con una garnacha menos expresiva de inicio en el primer caso, pero que poco a poco se va abriendo en la copa y sacando las notas de fresa combinadas con especiados de monte bajo. Montepedriza es uno de los vinos de la noche, largo, mineral y fresco.

    Y para terminar otros dos tempranillos de muy distinta procedencia. El primero, Valdelacierva Cantogordo 2018, un parcelario de un viñedo de 60 años de Samaniego, profundo, intenso, que la enóloga cría en bocoyes de roble francés de 500 litros y que, pese a una larga estancia en botella, muestra mucha intensidad y juventud. Con 12 Linajes Finca los Arenales 2018 (de Bodegas Gormaz) la cata da un giro hacia la rusticidad soriana: «Son pequeñísimos majuelos, varios de ellos prefiloxéricos y de una viticultura casi extrema a 1.000 metros del altitud», explicó la enóloga. «Quería poner este vino como broche final, como una sorpresa fuera de programa». Concentrado, fresco, un vinazo que demuestra que cada zona, cada pueblo y cada viñedo tiene su propia personalidad.

    Enlace al artículo original: https://www.lomejordelvinoderioja.com/catas/valdelacierva-protagonista-club-20210521223607-nt.html

    Enlace galería de fotos de la cata: https://www.lomejordelvinoderioja.com/catas/bodegas-valdelacierva-protagonista-club-catas-20210521101630-ga.html#photo-gallery-group-0

  • Diario de un viticultor – parte 2

    ¡A por los hongos!

    Tras un otoño y un invierno inusualmente secos, es el momento de comenzar los tratamientos preventivos de la vid.

     

    El agua que no llega

    En abril, aguas mil, reza el refrán. Sin embargo, este 2021 se está caracterizando por un invierno y una primavera con una importante baja tasa de precipitaciones. En lo que respecta al periodo de otoño e invierno (desde final de caída de hoja de 2020), apenas llegamos a los 100 litros, y en lo que va de primavera tan solo hemos registrado 18 litros. Pese a la escasez hídrica de este año, la brotación de la vid no presenta ninguna anomalía, y aquí en Montepedriza ya podemos disfrutar de entre 5 y 10 centímetros de longitud del brote.

    Lucha contra el oidio

    Y es ahora el mejor momento para que, junto a José Luis, nuestro viticultor, realicemos el primer tratamiento preventivo anti-oídio con azufre. Es muy importante posicionar este primer tratamiento cuando nos encontramos con este desarrollo de brote, ya que es en estos momentos cuando el hongo que ha invernado en forma de micelio dentro de la yema comienza a desarrollarse produciendo conidias que, transportadas por el viento, propagan la enfermedad a todos los órganos verdes de la planta.

    Con mucho mimo

    La garnacha de Montepedriza es algo muy especial. Por eso la mimamos en todos sus pasos y realizamos los tratamientos de azufre de forma muy cuidadosa, con mochila. Así, reducimos el paso de maquinaria pesada sobre el viñedo, lo que contribuiría a la compactación del suelo. En nuestra garnacha únicamente entra el

    tractor para realizar el labrado del suelo, todas las demás operaciones se realizan de forma manual. Y es que es tanto el cariño que le tenemos a este gran viñedo que en muchas operaciones participamos personalmente.

  • Valdelacierva más eficiente y sostenible

    edar estación depuradora de valdelacierva

    Bodegas Valdelacierva comienza su plan de inversiones de renovación y actualización de sus instalaciones en su bodega de Navarrete. La búsqueda continua de la mejora en su calidad y servicio con el objetivo de aumentar la eficiencia, la sostenibilidad e incorporar en la línea de comercialización el enoturismo, llevan a la bodega a invertir más de un millón de euros. Esta inversión prevista dentro de las líneas del Plan Estratégico comienza en una primera fase con la construcción de una nueva EDAR (estación depuradora de aguas residuales) y la ubicación de oficinas, laboratorio en la parte norte de la bodega. Más tarde y en una segunda fase, se incorporarán una mesa de selección, tolvas y prensas verticales para el desarrollo de las nuevas gamas de vinos de producciones especiales y limitadas; botellero y cambios en la zona de crianza también están previstas en esta segunda fase. Además, la incorporación del enoturismo será un atractivo más para los peregrinos que diariamente pasan por delante de la bodega debido a que Valdelacierva está junto al camino de Santiago de Navarrete.

    Desde la dirección de la bodega se muestran optimista y tienen claro sus líneas de trabajo: “hay que retomar el empuje para mejorar cada año y por eso creemos que es positivo y favorable reforzar el plan de inversiones que ya comenzamos en nuestra bodega de la Ribera del Duero” añadiendo que “sentar unas buenas bases en los principios de tu empresa te llevan a crecer de una manera sostenible y con los pies en la tierra. También es cierto, que cuando enfocas las iniciativas de crecimiento hacia la mejora en el trabajo y de tus productos se puede esperar que alcanzar metas de crecimiento puede es más fácil.

    En Bodegas Valdelacierva la innovación en los productos, fruto de las inversiones realizadas en la bodega en los últimos años han hecho posible lanzar al mercado referencias de vinos especiales y de producciones limitadas como: Valdelacierva grano a grano, Valdelacierva Garnacha e incorporar 9 viñedos a la categoría de Viñedo Singular, de donde, entre otras referencias,  se contará con los vinos Montepedriza y Cantogordo.

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